Tolerancia objetual

Cuando conocemos alguna cultura diferente o más bien a alguien de una cultura ajena a la nuestra nos sorprendemos a veces por las diferencias que existen no tan solo en la forma de pensar o ver el mundo, sino de como varían hasta los más simples o cotidianos actos. Así el comer, el asearse o el desccanzar aparecen como situaciones que se desprenden de una veta rigurosa y temporal. Quizás el ejemplo más claro se da en los tiempos del comer, en el orden de los sabores y temperaturas de consumo. La existencia o no de algun tipo de postre así como también el tiempo el el que se consume un café y el tamaño de este configuran y distribuyen casi la misma porción de tiempo que usamos en diferentes tramos. Pero esto no sólo se da en esa instancia, la limpieza por ejemplo es distinta entre alguien que vive en un lugar con poca agua a otro que no. Quizás y especulo al decirlo, el shampoo del primero será mucho menos denso que el segundo para desaparecer pronto.
Todo esto comprenderán, insinua y genera exclusivos y adaptables objetos para cada cultura. Cosa bastante compleja y rara de pensar. A veces la globalización se entromete con los objetos de consumo diario y nos hace secar el pelo como los ingleses y lavarnos los dientes como los alemanes. Quizás no existan grandes diferencias formales, las diferencias antropométricas pueden estar dentro de rangos ajustables y aceptables. El gusto del consumidor es totalmente moldeable y de a poco nos vamos acostumbrando al concepto de el "unico estilo". ¿Qué es lo preocupante?, en mi visión lo procupante es esa sensación que quiere proyectar el mercado acerca de la personalización de los productos y de como estos están proyectados para ti. Claro puedes cambiar una carcaza, el color, hasta un poco la forma, pero el objeto es el mismo, no plantea soluciones personales sino que se encarga de seducirte tan sólo eróticamente.


Abría que comenzar a plantearse si los objetos que consumimos y adquirimos realmente responden a nustras necesidades, pensar si ese objeto de la cocina es realmente útil de acuerdo a mis tiempos de consumo, de acuerdo a la cantidad de veces que lo uso, de acuerdo a si es tán frágil que me demoro el doble en lavarlo por que requiere más cuidado. Derechamente preguntarse donde se vive y como se quiere vivir, los objetos son el resultado de las necesidades no una especie de estamento jurídico al que hay que acomodarse.


gustavo.

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